La pantalla industrial es ideal para poner en marcha aplicaciones de entorno de trabajo limitadas debido a que hereda características de sus predecesoras haciéndola estable, confiable, fácil de usar y al mismo tiempo mantiene un diseño eléctrico fino en su estructura interna, así como un amplio rango de temperatura de operación y amplio rango de alimentación que le permiten adaptarse a las más duras condiciones de trabajo.